No hay pecado ni diablo

Tanto yo como mi familia estamos muy dolidos y disgustados con el artículo del señor Raúl Benoit publicado el 11 de agosto [ver Arrepentíos, o disfrutaréis de placeres, Perspectiva]. El autor nos trata de ingenuos, además de fumadores, bebedores, y que hacemos el amor cuando queremos y con quien queremos, y que nuestras mujeres son provocativas... Además de delirantes y que nuestras miradas profundas le impiden ver con claridad nuestras pupilas...

Realmente, señor Benoit, usted me ofende, me maltrata a mi mujer y a mis hijos, sin conocernos usted nos acusa deliberadamente, sin pruebas, es muy doloroso leer eso de nosotros. Tanto mi familia como yo somos ciudadanos de este maravilloso país, mis hijos nacieron aquí, somos trabajadores, pagamos nuestros impuestos, educamos a nuestros hijos con amor y libertad.

Pertenecemos al Ministerio Creciendo en Gracia, estamos orgullosos de lo que ahí aprendemos y practicamos, espíritu de amor, de fe y de dominio propio. Somos libres y nos sentimos así, vivimos en paz, siendo solidarios con el prójimo, aceptando que no estén de acuerdo con nuestras creencias de creer en Dios, que no hay pecado ni diablo, que somos bendecidos, que a nadie miramos en carne. Usted mismo en su artículo describe la bondades y beneficios de esta ciencia.

Señor Benoit, usted firma su artículo como ''corresponsal internacional de Univision''. Le pido la rectificación de lo que usted ha dicho de mí y de mi familia. Si no es así, presente las pruebas de que nosotros somos y hacemos lo que usted afirma.

Usted dice en su columna que quisiera ser desterrado a una playa solitaria y disfrutar de algunos placeres que ofrece... Señor Benoit, si usted está confundido no es nuestro problema. Amén.

Familia Delburgo