TRIBUNAL ECLESIÁSTICO ABSOLVE PADRE ACUSADO DE PEDERASTIA
Polémica por absolución del Tribunal Eclesiástico del padre Efraín Rozo
A través de la W, el padre Darío Álvarez, presidente del Tribunal, dijo que el pronunciamiento se basó en una investigación que llevó a cabo desde octubre pasado, después de que ese mes apareció un video en el que el padre Efraín Rozo acepta que abusó sexualmente de dos seminaristas hace más de 40 años, entre ellos su sobrino, Ernesto Rozo. En un comunicado expedido por el Tribunal Eclesiástico, pone de ejemplo al sacerdote. “Esta instancia, que imparte justicia en la Iglesia Católica, concluyó que el padre Rozo ha promovido por casi cincuenta años un moderno y activo apostolado con estudiantes y jóvenes a través del deporte y no ha habido denuncias formales por conductas indebidas en este Tribunal". El presidente del Tribunal Eclesiástico restó influencia en esta decisión, el hecho de que la justicia norteamericana haya condenado civilmente los miembros de la iglesia a pagara una indemnización de 660 millones de dólares a las víctimas de abuso. “El hecho es que Estados Unidos desconoció un proceso que llevan los abogados del padre Rozo (…) El arzobispo de Estados Unidos puede entregar dinero a las personas que quiera, puede indemnizar y puede conceder porque al fin y al cabo para ellos ese tema del dinero no les interesa”, dijo el padre Darío Álvarez a la W. De inmediato, el padre Félix Piñeres, ex seminarista que fue abusado sexualmente rechazó sorprendido la decisión que la calificó como absurda. “Este señor cómo se atreve a decir que el padre Rozo es santo, yo soy una de las víctimas de ese monstruo, usted padre Álvarez no lo conoció en la intimidad, usted no sabe lo que es uno tener que aguantarse cada noche que ese señor le llegara a la cama a masturbarlo a besuquearlo y a querérselo llevar a uno a la cama de él”, apuntó. El ingeniero José Antonio Tavera, quien también fue seminarista rechazó el pronunciamiento. A su turno, Otto Rozo hermano del sacerdote Efraín Rozo descartó que hubieran presionado al sacerdote para entregar una declaración en la que acepta su responsabilidad de pederasta. “Una vez él aceptó el error cometido entonces lo firmó y luego lo leyó en presencia de una cámara, en ningún momento hubo presión ni nada que indique que se forzó a la persona a hacer esto sino que fue voluntario”.
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(extraído de W Rádio - notícias - Colômbia)