El E-mail que confirmaba la entrevista de La Voz del Interior con el puertorriqueño José Luis de Jesús Miranda decía: “usted tendrá el más alto honor, el de entrevistar a Jesucristo Hombre”. Este personaje, también calificado por autoridades eclesiásticas como “Anticristo”, y que tiene la entrada prohibida a varios países de Centroamérica, se presentará hoy en Rosario.
Miranda creó en Miami la iglesia Creciendo en Gracia, que tiene presencia en 25 países, un canal de televisión por cable y una página de Internet en la cual se puede acceder a los más variados contenidos multimedia. Según el propio Miranda, ese verdadero imperio mediático se mantiene “por el aporte de algunos miembros que son millonarios”.
La filosofía que profesa se centra en que los pecados no existen, ya que fueron exterminados por Cristo al morir en la cruz. Tampoco existe el diablo y critica duramente a la Iglesia Católica, a la que acusa de favorecer la pederastia.
Aprovechando ese “alto honor”, este diario se comunicó al hotel donde se hospeda. Tras varios minutos de espera con la clásica música de Súper Mario en el conmutador, una voz con un acento boricua finalmente atendió la llamada.
“Mi juventud fue un poquito turbia, y a los 21, estando preso por cuestiones de drogas y delincuencia, me fueron a hablar los evangélicos. Ahí tuve un cambio; me predicaron el evangelio de la circuncisión. Estuve muchos años, engañado por los mandamientos, con miedo a que el diablo pudiera poseerme”, comenzó a relatar Miranda.
Según explicó, existen dos tipos de evangelios: el de la circuncisión –creado para los judíos– y el de la “incircuncisión” –creado para los “gentiles”–.
“En 1973, estando en la ciudad de Boston (Estados Unidos), tuve un encuentro con dos ángeles que me dijeron: estate ahí que viene el rey de reyes para ungir tu vida. Ahí vi a Jesucristo, que vino se frente y se integró en mi persona. No lo vi más, pero comenzó a hablarme en mi mente. Empecé a predicar el evangelio de la ‘incircuncisión’, del que no se habló en dos mil años”, agregó.
La “bestia”. El enfrentamiento que mantiene con la Iglesia, sumado a la actitud de sus seguidores de tatuarse el número 666, comúnmente identificado en tradiciones paganas y religiosas como “el número de la bestia”, le valió la calificación de “Anticristo” por parte de eclesiásticos.
De todos modos, a Miranda eso no le molesta, sino lo contrario. “(El apóstol) Pablo era llamado por los otros apóstoles como Anticristo. Como a mí me toca decir lo mismo que a Pablo, yo soy Anticristo, yo soy anti Jesús de Nazaret, no por no amarlo, pero no puedo presentarlo como ejemplo para todos; tengo que presentarlo después de la cruz”, dijo.
En cuanto al 666 que portan sus seguidores y que en Rosario se tatuará una veintena de personas, opina que es “un número de prosperidad. Pero la mayoría de la gente fue engañada por Hollywood y por la Iglesia”.
Miranda asegura que, si no es un farsante, vivirá eternamente. También cree que gobernará al mundo, pero que empezará por Colombia.
“Mi misión es derribar una mentira de dos mil años. La mentira se basa en un evangelio que caducó”, resumió Miranda.