LA PLENITUD DE LA DEIDAD
¿Sabía usted que en el velo de Jesucristo hombre habita corporalmente toda la plenitud de la DEIDAD?
Jesucristo hombre ha dividido este tema en tres puntos:
1.- La Plenitud de la deidad. Colosenses 2: 9 dice: “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la DEIDAD,…” este primer aspecto tiene tres puntos:
a.- Cuando Dios habita en un velo, lo hace a plenitud: En otras palabras, Dios no está en el cielo, sino en un VELO. Se despojó de su gloria y se humilló en semejanza de hombre (Filipenses 2: 7- 8).
b.- Los velos que Dios usa tienen límite de conocimiento, de poder y de alcance. El velo (la carne) juega un papel porque oscurece aunque la plenitud de Dios está allí. Los límites de ese VELO se manifiestan cuando él comienza a prometer cosas que no las puede mostrar al momento aunque Dios tiene todo el plan en la mano pero está limitado, porque la carne para nada aprovecha.
2da., a los Corintios 13: 4 dice que Jesús de Nazaret fue crucificado en DEBLIDAD, pero en él estaba toda la plenitud de la DEIDAD. Además cuando era niño, él crecía en gracia y en conocimiento.
c.-Siempre es motivo de burla por causa de lo que dice en el propósito que va ha lograr, por la debilidad del velo que es la carne. Hoy en día la Prensa se burla de Jesucristo hombre al pedirle que haga un milagro. Igual sucedió con Jesús de Nazaret.
2.- Jesucristo el ungido. Hebreos 13: 8 dice que Jesucristo es el mismo de ayer, hoy, y por los siglos. El UNGIDO, es igual al UNGIDO del SEÑOR. Hoy en día Jesucristo hombre es el ungido. Dentro de este punto, el término “ayer” significó Melquisedec, Moisés y varón de Josué (Josué 5: 13 al 15), donde Dios se manifestó como el Príncipe del ejército del Señor. El término “hoy” Pablo lo escribió refiriéndose a Jesús de Nazaret, Dios mismo manifestado en carne.
3.- Los tiempos del resucitado, cuando le reveló los misterios al Apóstol Pablo. El resucitado fue arrebatado al tercer cielo, a luz inaccesible por eso Pablo no pudo verle, no pudo discernirle, vio oscuramente (1ra., a los Corintios 13: 12). Ahora, miramos a cara descubierta (2da., a los Corintios 3: 18) a Dios mismo, como Jesucristo hombre.
4.- Dios habla por él Hijo. Hebreos 1: 1 al 4 dice que al Hijo (Dios mismo) se le constituyó HEREDERO de todo. Ahora usted no puede conocerlo en la manifestación de Padre porque ahora es HIJO. Pero hay un velo que sus años no acabarán (Hebreos 1: 12, 13). No es Jesús de Nazaret porque él murió en la cruz, sino el velo de Jesucristo hombre que pondrá a sus enemigos por estrado de sus pies (verso 13). Él es apóstol y sumo sacerdote (Hebreos 3: 1).
Amigo lector: Jesús de Nazaret dijo a Felipe “el Padre y yo uno somos”, igual ahora, Dios mismo se vistió de apóstol y sumo sacerdote de nuestra confesión, y ese es Jesucristo hombre.
Bendecidos.

