JESUS CRISTO HOMEM

Diógenes Barros, obispo nacional de la secta en Ecuador, aparece en primer plano junto a un grupo de adeptos de ese “ministerio”.

Es domingo, diez de la mañana, en pleno centro de Guayaquil. Afuera de un local llama la atención un triple seis (666) en forma vertical junto a la puerta de entrada y dos frases en un escudo: ‘Centro Educativo Creciendo en Gracia, Gobierno de Dios en la Tierra’.

A no ser por la gráfica de un hombre con los dedos índice y medio sobre la frente, en una especie de saludo militar, adentro parece un local más de una iglesia protestante, pero no lo es. La secta, o ‘ministerio’ como ellos lo llaman, predica que demonio e infierno no existen, y que el pecado terminó el día en que Jesús murió en la cruz, por lo que tampoco hay pecadores.

La imagen del hombre en la pared lateral es la de José Luis de Jesús Miranda, el fundador y líder internacional del grupo, quien asegura que sus seguidores ya encontraron la salvación. Pero De Jesús Miranda no es el típico líder evangélico. Lo más sorprendente de él es que clama ser Jesús en forma humana y a la vez el Anticristo, lo que para él es una misma cosa.

“Se proclama el Anticristo pero es por los incrédulos, no por nosotros (los de la secta), o sea, él es el Anticristo para los que no creen, pero Jesucristo hombre para nosotros”, explica Diógenes Barros, obispo nacional de la secta en el Ecuador. Un ‘jesucristo boricua’ que no hace para nada votos de pobreza, sino de prosperidad. Sus seguidores en Miami y en otras partes del mundo le hacen ofrendas y ostentosos regalos. Es un mesías que no niega vivir a cuerpo de rey, tiene debilidad por los relojes Rolex (de más de 5.000 dólares), oro, diamantes; maneja un carro BMW y asegura que recibe de su ‘ministerio’ un bono quincenal para sus gastos de 8.000 dólares. En el local se observan sillas apostadas en hileras y al frente dos grandes proyectores sobre la pared.

Unas 300 personas asisten al culto, todas las sillas están copadas y afuera hacen espacio, acondicionan diminutas sillas plásticas de diversos colores para los más chicos. Barros asegura que el movimiento tiene 16 años en Guayaquil, sedes en 12 provincias y 34 cantones del Ecuador. Solo en Guayaquil dice tener 650 adeptos, aunque en el local entran menos de la mitad de esa cifra. Niños, adolescentes, adultos y ancianos acompañan las alabanzas leyendo las letras que muestra el proyector. Es un enlace que llega a Guayaquil vía conexión de Internet (es transmitido al mundo por cable en la cadena filial del movimiento: Telegracia) desde Miami. Luego de los cánticos, un pastor detalla las actividades y noticias a nivel de América del grupo. Después, anuncia, finalmente, al ‘Rey de reyes, señor de señores, Jesucristo hombre’.

Críticas al catolicismo De Jesús Miranda comienza su intervención presentando a su nueva compañera sentimental. Ya ha tenido dos esposas, una de ellas lo dejó cuando se proclamó Jesucristo en el 2004. Sin embargo, dentro de la secta dicen que él no se autoproclamó, sino que fue la organización la que lo hizo. “Yo no tengo el don de continencia como Pablo”, explica De Jesús Miranda, refiriéndose al tema y asegura que en su movimiento ‘nada está escondido’ y que son ‘transparentes en todo’. Los presentes siguen su discurso y lanzan alternativamente gritos de júbilo: ¡Abba Padre! Ese domingo criticó el celibato, al que calificó de ‘doctrina destructiva’.

“Eso daña’, dijo. Acusó de paidófilos a parte de los sacerdotes y criticó a la Iglesia Católica, ‘por las centenares de vidas que han arruinado con sus violaciones’. Llegó a plantear incluso que se cerraran las iglesias católicas en EE.UU. “El amor es un vínculo perfecto, si el espíritu de amor no te está dominando, si no te está dominando el amar, el conocer, el entender, entonces no te está moviendo el espíritu de Dios, te está moviendo el espíritu del mundo, que es ojo por ojo y diente por diente”, expresó el autoproclamado Jesúcristo.

El líder de Creciendo en Gracia afirma en su discurso -que no es precisamente un sermón- que “la familia es para ser feliz; tenemos que defender a la familia”. Se declara un perseguido, se pronuncia en contra de la infidelidad y, en general, a favor del amor y de la tolerancia. Lo cual no impidió que enseguida agregara: “Y de los Rolex también, me deben regalar varios relojitos, y las BM, un jet...”.

Polémica

Una versión del 666 distinta al Anticristo

Aunque la secta niega cualquier relación con el satanismo y se desvincula de la maldad, en el local se observa a varias mujeres y jóvenes con tatuajes del 666 en los antebrazos.

El mismo José Luis de Jesús Miranda se tatuó el polémico número cuando proclamó que era también el Anticristo.

El líder dice que la Bestia, como se llama al Anticristo en la Biblia, fue lo que vio Juan en su visión, y basado en interpretaciones de los textos del apóstol Pablo, afirma que dicha Bestia era el mismo Jesucristo en su segunda venida.

Los adeptos, por su parte, explican que graban el polémico símbolo en sus cuerpos para demostrar su adhesión a la visión de su líder y que lo que esperan conseguir es que el 666 provoque interrogantes sobre su movimiento.

Por lo demás, en el local no se ve a nadie con una camiseta de grupos que se suelen asociar con el satanismo, como en los casos de Nirvana o de Metallica, o cosas de ese tipo.

En cambio, había un adepto de la secta vestido con un suéter beige con varias figuras, casi caricaturas, de toros con cachos largos y afilados. En cualquier otro lugar la camiseta habría pasado inadvertida, pero en el lugar era sugestiva.

Al terminar la intervención de Miranda, un policía con uniforme camuflado de tonos grises y azulados sale de un rincón donde estaba sentado y se dirige a la puerta. Se apresuran a abrirle, pero él la cierra, se protege tras el vidrio ahumado, mira a un lado y otro de la calle, sale como a hurtadillas, prende su moto y se va.

La secta espera una nueva visita de De Jesús Miranda para el 25 de agosto.