DOS MINISTERIOS
¿Sabía usted que Dios dio un ministerio de condenación antes de la cruz y otro de justificación después de la cruz? Así lo establece el evangelio(II Cor. 3:9). La ley fue el pacto que Dios dio paracondenación, sin embargo en la cruz estableció un pacto sobre mejores promesas y por él estamos en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios, sabiduría, santificación, justificacióny redención; (I Cor. 1:30). Todo creyente que nacía antes de la cruz, nacía en condenación, de la misma manera los que nacen después de la cruz nacen en justificación.
En el pacto de justificación Dios manifiesta madurez a los que por el uso ejercitan los sentidos en el discernimiento del bien y del mal (Heb. 5:14)y esto se alcanza a través de la gracia, del alimento sólido, el cual le permite entender su posición en Cristo: bendecido, completo, perfecto y su condición en carne. Dios creó todas las cosas tanto lo bueno, como lo malo (Lm 3:37)y esa ciencia es la que Dios nos revela en este pacto.
Por otra parte, esos dos ministerios tienen fundamentos diferentes, la ley, el pacto de condenación con fundamento de obras muertas, y la gracia, el pacto de justificación con fundamento en la fe; por ese motivo Pablo invita al creyente a dejar ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, no echando otra vez fundamento de obras muertas y así, ir adelante a la perfección(Heb. 6:1).
A través del primer Adán entró el pecado, de la misma manera a través del postrer Adán (Jesucristo), el pecado fue quitado. Todo el sistema religioso fundamenta sus enseñanzas en el ministerio de condenación, el fundamento de obras muertas, el pacto de la circuncisión, dependiendo de la carne e imitando a Jesús de Nazaret, sin embargo para madurar e ir adelante a la perfección, es necesario fundamentar nuestras vidas en el ministerio de la justificación, con fundamento en la fe, bajo el pacto de la incircuncisión, viviendo por el espíritu, dejando los rudimentos de la doctrina de Cristo e imitando a Jesucristo, el resucitado.
ABBA PADRE!!!
Eres bendecido con toda bendición;Ef. 1:3 y Gá. 3:9.
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