JESUS CRISTO HOMEM

Anticristo hispano busca discípulos en Nueva York
LOCALES - 03/30/2007
MICHELLE CHAPOCHNICK/EDLP


 
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NUEVA YORK — Cuesta dar con el lugar. La casa no está sobre Jamaica Avenue como lo indica la página de Internet. Se encuentra un poco retirada de la calle principal dominada por el comercio, los autos y la gente que vuelve del trabajo.

A primera vista parece un local comercial más. Nada extraordinario se aprecia desde afuera. La oscuridad de la noche tampoco ayuda. Al otro lado de la puerta habita otro “mundo”.

“Bendecida”, saluda el ecuatoriano William Salazar, pastor de Creciendo en Gracia— grupo religioso que sostiene que José Luis De Jesús Miranda es Dios en la tierra y Jesucristo hombre— a todo quien ose cruzar el portal.

Salazar conversa distendidamente en su iglesia de Woodhaven (Queens) con los pastores de los otros dos centros de Nueva York, Moisés Martínez (Manhattan) y Javier Addenaude Mckenzie (Corona, Queens), mientras espera la llegada del resto de los fieles que se consideran como los verdaderos cristianos. “Abrimos este centro educativo (como llaman a sus iglesias) hace dos años y ya tenemos 30 bendecidos”, señala el dueño de casa.

Salazar dirige una de las 339 iglesias que tiene el grupo religioso a nivel mundial. Este movimiento ha crecido de forma sostenida en Estados Unidos y Latinoamérica desde que su líder oficializó el grupo como Ministerio Internacional Creciendo en Gracia en 1986, trece años después de la “revelación”: “Cuando Jesús se me metió adentro y me dio su mente, mientras me visitaban ángeles en un sueño”.

El Arzobispo de Estados Unidos, Rafael Encarnación, dice que son miles y están llegando al millón. “Pero no sé cuantos sumamos exactamente”, agrega. “No tenemos una membresía”.

Esto se explica, en gran medida, por la gran inversión —de cientos de miles de dólares— en medios de comunicación y marketing directo y por la controversia que genera su líder.

De hecho, De Jesús —puertorriqueño de 60 años, casado por segunda vez y padre de cinco hijos, de los cuales sólo dos participan en el culto— anunció hace una semanas en Miami, donde está la base del grupo que sigue las enseñanzas de San Pablo, que también él era Anticristo, provocando una reacción en cadena que abarcó desde La Iglesia Católica hasta gobiernos.

Su punto más álgido se produjo esta semana, cuando El Salvador prohibió el ingreso de De Jesús —quien además de contar con una inconmensurable fortuna personal, producto de las donaciones de los fieles, vive rodeado de escoltas, extremas medidas de seguridad y se moviliza en un auto blindado—. Honduras estudia medidas similares.

Al margen de la polémica, ese miércoles 15 fieles —que también se hacen llamar “anticristos”— llegan a la iglesia de Woodhaven.

Hay 40 sillas y un pequeño altar con flores y las banderas de Estados Unidos y de la congregación —con franjas horizontales de color azul, blanco y amarillo. De una pared cuelga una foto de De Jesús —quien sostiene que no hay pecado y, por ello, resta importancia a su pasado como preso y drogadicto.

Termina el diálogo. Son las 8 en punto. Se apagan por completo las luces. Un vídeo con un audio e imagen bastantes alejadas de la perfección —distorsiones de Internet, explican— se proyecta en una pantalla sobre el altar. Muestra a un grupo de música, una mezcla entre gospel y orquesta latina, entonando canciones que identifican al grupo sin fines de lucro. Se inicia la reunión con “la alabanza”.

Cantan como si estuvieran poseídos. Bailan. Prácticamente nada puede distraerlos. “Gracias te doy Dios por darme esta salvación…”, dice con voz melódica y cerrando los ojos una mujer con los brazos tatuados con los símbolos del grupo: “SSS” (Salvo Siempre Salvo) y “666” (el número del Anticristo). “Fui traído por ti mi Dios a la congregación”, canta mientras mueve sus caderas y brazos la dominicana Damari Luna, una de las líderes del centro educativo de Manhattan, quien pertenece desde hace cuatro años al movimiento.

Siguen mirando con atención el programa de televisión transmitido desde Miami, cuando aparece Alvaro Albarracín, quien ostenta el título de empresario de empresarios (consultor de las 400 compañías dedicadas a Creciendo en Gracia). El hace anuncios, comenta noticias e invita a la comunidad a la llamada siembra, momento en que los fieles entregan sus donaciones en un sobre diseñado para la ocasión.

Sin titubear, los hombres y mujeres, en su mayoría latinos, dan el diezmo y una ofrenda voluntaria. “Es muy especial, porque en el mundo entero se entrega el aporte al mismo tiempo”, dice un fiel.

Finalmente, aparece De Jesús. Desde la pantalla, él los cautiva con chistes, una risa cómplice y temas controvertidos. “Hoy es el mejor día de mi vida”, asegura y todos repiten. “Papi, te amamos”, dicen algunos, creando sus propias letras.

Aplauden, se paran una y otra vez para verlo y no perderse ninguna de sus palabras: “Celibato igual violación de menores”, dice ese día De Jesús.

“Celibato es doctrina de demonios”, ovacionan al unísono con su líder. Continúan con un libreto similar y De Jesús con su predicación de la semana (que conocen como calqueo) hasta cerca de 9:30 de la noche. Finalmente, se despiden: “Hasta el domingo”.

Pero su participación no se limita a los dos días que van a los centros. Muchos son y serán parte de las actividades extraprogramáticas como la marcha global, que tendrá lugar mañana, y el seminario mundial que se realizará el 21 y 22 de abril en Guatemala. Además, cuentan con un calendario para tatuarse en masa en los próximos meses.

Eventos en que planean asistir para difundir y defender sus ideas: “Decir que nuestro líder es otro David Koresh o Jim Jones y que esto puede terminar en un suicidio colectivo o algo peligroso no tiene fundamentos”, dice Encarnación, a quien De Jesús designó para hablar con EL DIARIO/LA PRENSA. “Jesucristo no les va a dar la entrevista, pero va a hablar a través del Arzobispo Encarnación”, explicó la oficina de prensa de Creciendo en Gracia.

Ellos no esperan un más allá y están convencidos de que Dios está y permanecerá aquí: “De Jesús vivirá para siempre”, dice Encarnación.

A pesar de que los fieles de Creciendo en Gracia el hombre que reside en Houston es Dios en la tierra, pocos de ellos lo han visto. Ni siquiera todos sus representantes o pastores tienen contacto con él. Ellos lo interpretan como algo positivo: “No necesitamos que De Jesús nos diga qué hacer. Lo sabemos en espíritu”, asegura Salazar.

Sin embargo, personas que han dejado el grupo –que pidieron permanecer en el anonimato- señalaron a este periódico que el líder del movimiento es bastante inaccesible. Muy pocos lo conocen. Eso sólo está restringido para algunos “elegidos”. La mayoría sólo lo han visto de lejos o en vídeos. “Si algún día se enferma o le pasa algo quizás nadie o pocos se enteren”.

“Es probable que sus fieles sigan creyendo que él sigue activo y acudirán los miércoles y domingos a escuchar sus prédicas y a alabar el mundo ideal con o sin él: `un mundo donde no habrá muerte, ni enfermedad`”, dicen los ex bendecidos.

michelle.chapochnick@eldiariony.com


publicado por brasileiro às 12:50
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